Se debe consolidar un invariable e incuestionable frente social que pueda ir combatiendo legalmente a los corruptos
En la primera Asamblea del Pacto por la Transparencia en la Región de Murcia, celebrada el pasado día 27 de noviembre en el Campus de la Merced, todos los asistentes reafirmaron las 21 propuestas del mismo y, además, se aprobaron medidas para ir evaluando cómo nuestras instituciones cumplen con este gran objetivo de abrirlas para que los ciudadanos las controlen y se nos informe, rindiendo cuentas y aplicando códigos de ética. Es el deseo ciudadano del derecho a saber, evaluar las políticas públicas y controlar su gestión.
Tenemos que combatir con entusiasmo los métodos corruptos que se han enquistado en la vida pública y privada de nuestra sociedad. Ese abuso de poder en beneficio privado, directo o indirecto, tenemos que justipreciarlo para que la corrupción sea punible legalmente, por la vía que en Derecho proceda, porque actúa en la captura del Estado, de sus instituciones, jugando con la evasión. Y además lo disfraza, bajo fórmulas de encubrimiento ideadas para ocultar sus intenciones, sirviendo también para financiar a políticos, partidos, comprar voluntades o, lo que es más grave, influir en la opinión pública culpabilizándola de que somos todos quienes incumplimos las normas.
Esa imagen que ‘justifica’ que estamos en una sociedad corrupta y tenemos la representación sociológica propia que nos merecemos, no es la imagen de una sociedad democrática moderna sino, lamentablemente, la de una sociedad descontrolada en manos de expoliadores y de estructuras dominadas por comisarios políticos, los cuales no ejercen el control porque han sido nombrados por los mismos que tienen que ser controlados.





