Poder de información

Nos enfrentamos a una influencia casi salvaje, según el constitucionalista Ferrajoli, por el poder que se está desarrollando con las “campañas de publicidad institucionales”, las cuales producen, por un lado, una ausencia de garantías de información, y por otro, un control cada vez más férreo de la información. Cuando leemos que el gobierno aumenta en un 24% el gasto en publicidad institucional, con un plan de publicidad que supone 41 millones de euros a los que hay que sumar 106 para financiar 44 campañas de organismos públicos, nos preocupa. Y según ha explicado la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, también se contempla «algunas campañas que no se realizaron en 2013 y pasan a conmutarse en 2014».

Poder de la información (1)

A esos 41 millones hay que sumar otros 106 destinados a 44 campañas publicitarias comerciales de organismos públicos por lo que se prevé que el gasto total ascienda a 147 millones de euros, 17 más que lo que se planificó en 2013. Y a ese gasto hay que incrementar lo que las 19 CCAA gastan por diferentes conceptos de publicidad institucional de sus gobiernos, más lo propio en 50 Diputaciones y los más de 8.000 ayuntamientos, sin contar lo que hacen por su cuenta los 7.000 organismos públicos por conceptos de publicidad y difusión de sus propios programas.
Controlando la información, escribió Condorcet, el poder político persigue la homologación ideológica y política, haciendo que “los ciudadanos no asimilemos nada que no sirva para confirmarles en las opiniones que sus gobernantes quieren suscitar en ellos”. Por otro lado, es también muy grave la subordinación de la libertad de información a la propiedad de los medios de comunicación.
Hoy en la práctica, los derechos están invertidos, y la propiedad devora a la libertad. Los derechos de libertad, ya no son límites del poder, sino que son limitados por éste. Y de hecho, estamos viendo, como paso a paso, nos modifican normas, limitan libertades, y las reglas del estado de derecho se subordinan día a día a las leyes del mercado.


Lamentaremos permitir que desde el presupuesto, se doten partidas cada vez más superiores, para que el grupo de tecnócratas que nos gobierna, nos sometan a su dictamen, financiándolo con gasto público. Es hora de explicar lo que están haciendo, lo que han hecho, y denunciar lo que no se debe hacer.
Podemos decir que la democracia institucional está expuesta a manipulaciones, y es conveniente recordar que sin garantías de independencia de las grandes libertades políticas no hay desarrollo del sentido cívico, ni de una opinión pública en condiciones de valorar con independencia a los poderes públicos. Y por último, recordar, que el desarrollo económico depende de la garantía de derechos fundamentales, porque el control democrático, es esencial para el buen funcionamiento de las instituciones, y cuando ese control funciona, es cuando el gasto público se convierte en la inversión productiva más eficaz. Por eso la batalla por la democracia, es una acción que implica a toda la sociedad.

José Molina Molina. Doctor en Economía, Sociólogo y autor del libro “Ciudadano y Gasto Público” Editorial Aranzadi 2ª edición 2014

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2 comentarios en «Poder de información»

  1. Las campañas institucionales son el medio del gobierno de turno para manipular al pueblo,aquí lo preocupante es la parida no gastada en el 2013 y que pretenden gastar este año electoral junto con el que viene,

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