Recortes, sacrificio y cinismo

Sacrificio es renuncia, sufrir una carencia en beneficio de algo personal o de otros. ¿A quién beneficiamos con nuestros sacrificios de pérdidas del estado de bienestar? Solo hay unos claros beneficiarios, los que dominan el sistema económico-financiero, y sin embargo, contradictoriamente, nos sacrificamos los ciudadanos como una inversión del sujeto pasivo.

Convertimos nuestro sacrificio, en un acto de encubrimiento, un sacrificio general, para que una minoría recupere su status y sus privilegios. El año 2012 la remuneración de los asalariados disminuyó en 27.582 millones de €, y comparado con 2010, la perdida es de 31.737 millones de €. Además de los recortes en sanidad, educación, ayudas sociales e investigación, con el fin de mantener el sistema.
Sin embargo, otros componentes de la renta nacional, como el excedente bruto de explotación, aumenta en 1,4 puntos respecto al 2.011, este beneficio empresarial se concentra por lo general, en las grandes empresas, no en las pymes, y por otro lado, los impuestos suponen el 9,1% del PIB. La crisis económica le ha supuesto a las rentas del trabajo perder 5 puntos en el PIB. En euros se puede evaluar en 56.605 millones, extrañamente equivalente al rescate del sector financiero. Son datos de la Contabilidad Nacional correspondientes a 2012.
La tragedia del sufrimiento se soporta en una ética heroica, porque el sacrificio nos debe conducir a obtener un bien mayor. Sin embargo, estamos viviendo en una ética de cinismo, sabiendo que el sacrificio colectivo que realizamos está produciendo un mal mayor, sin esperanza de obtener ese bien superior generalizado. No hacemos sacrificio, nos imponen el sacrificio, y nos rendimos ante la presión.

Mitin de Grillo en Italia
Han convertido el Sur de Europa en escombrera, sin darle solución a los problemas. El dique de los estados-nación se desborda.

Por otro lado se rechazan de forma brutal (por lo irracional), las alternativas que se presentan, y por esa misma razón, la respuesta del modelo italiano, ha sido, reaccionar contra el acoso de sus recortes. La reacción de su líder Grillo, con el grito “los tenemos rodeados”, es significativo y gráfico. No quieren ni pactos, ni compromisos de gobierno, pretenden ser resistencia contra la tecnocracia, y apoyar sin compromisos solo aquello que no perjudique los intereses sociales. No se fían de una gestión de la crisis con una política dirigida desde Bruselas. Es la reacción que se está produciendo en el Sur de Europa, por haberla convertido en escombrera, sin darle solución a sus problemas. Cada día que pasa, el dique de los estados-nación, se desborda, porque hace tiempo que se reventaron las estructuras de un modelo insostenible.


En ese juego peligroso, la democracia no puede actuar como si de la ruleta rusa se tratase, sencillamente, porque no estamos dispuestos a un suicidio colectivo. Los escombros no deben impedir ver los problemas y sus soluciones. Está muy claro, que el paro, no tiene que convertirse en un problema a solucionar a largo plazo, es urgente una política activa, especialmente en el sector juvenil y larga duración. La exclusión de los sin techo, no resiste muchas noches sin solución. La presión de Bruselas sobre las cuentas públicas, debe terminar y con visión prolongar el plazo. La deuda soberana debe financiarse con el aval del BE a un tipo no superior al 1%. Los sectores industriales, comerciales y de servicios, precisan financiación fluida, que es como decir volver a la normalidad, no a los cupos. La corrupción tiene que ser cortada de raíz, y todos sabemos por dónde están las raíces del problema.
Hay demasiados sacrificios, y faltan soluciones, esperamos que el sistema democrático nos aporte las garantías que precisamos. Nos pierde el cinismo actual, porque aleja a los ciudadanos de participar en una solución. No es extraño que los jóvenes rechacen cada vez con más violencia convertirse, como dice Arturo Borra, en un ejército subalterno potencialmente sacrificable. Esta crisis no puede convertirse en un dilema entre perdedores y ganadores, queremos una solución democrática, socialmente sostenible, transparente y dando una respuesta a las demandas ciudadanas, porque cada día que pasa es más complicado, con un PIB inferior al del año 2007, un 94,2% calculado en base 100 de 2008. Precisamos compartir valores, y que nadie tenga que soportar el cinismo de un sistema que permite la explotación de los ciudadanos, por la oportunidad de “hacer negocios”. Precisamos que la experiencia de este duro presente nos haga más libres en la conquista del futuro.

José Molina Molina. Doctor en Economía, Sociólogo y Miembro de Economistas Frente a la Crisis

 

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2 comentarios en «Recortes, sacrificio y cinismo»

  1. Hace un tiempo -en febrero concretamente- publiqué este artículo en Rebelión: «Del sacrificio al cinismo: el mundo como mercancía» en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=163831 en el que articulo justamente estas categorías de análisis: sacrificio, cinismo y política de recortes. Al leer tu artículo, me preguntaba si lo conocías o es una sola coincidencia.

    Un saludo,

    Arturo

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    • No lo conocía, me parece un magnifico trabajo, muy bien organizado en las ideas que expones y que comparto. Es esperanzador que coincidamos en muchas cosas, el pensamiento cuando se alimenta en las mismas ideas en confluyente. Gracias por tu colaboración.

      Responder

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