Firma del Pacto por la Transparencia. – Economía a pie de calle

Círculo de Economía: Firma del Pacto por la Transparencia.
Por una transparencia en las Instituciones.
En nombre de los promotores y firmantes del Pacto por la Transparencia en la Región de Murcia, quiero manifestar que sin transparencia económica las instituciones no se pueden mantener, porque una institución opaca, ocultando información, camina a su decadencia, o lo que es peor, a su disolución, afirmación que hacemos extensiva no solo al entorno regional, sino a todos los ámbitos de las instituciones, nacionales e internacionales, y observamos así mismo, que a mayor transparencia, los ciudadanos viven la democracia con más intensidad, la transparencia impulsa la democracia, democratiza el poder, y evita que el poder se perpetúe allí donde se instala.
Queremos denunciar que la política actual, actúa en muchas ocasiones, demasiadas, falsificando la función de control de las instituciones, manipulándolas con sus nombramientos partidistas, un control de las instituciones que se extiende al sistema económico, de tal forma que los ejes democráticos de la economía y la política, aparecen muchas veces como rehenes. Es por ello que se precisa romper ese círculo y recuperar a los partidos políticos por la ciudadanía para que su democracia interna sea una realidad viva, su apertura sea controlada y sus formas de gobierno sean abiertas. Precisamos un giro a una sociedad en donde la transparencia y la rendición de cuentas, sean cosas normales, y no formas excepcionales de desconfianza. Necesitamos eliminar la “cleptocracia” esa adición al robo de lo público, a la sustracción de sus funciones y a la ocultación de sus resultados.
No es de extrañar que con esta forma de gestionar lo público, la corrupción nos haya perseguido como la sombra al cuerpo humano. Las encuestas de opinión así lo ponen de manifiesto, son los males de la sociedad actual, que se representan en las situaciones escandalosas que vivimos a diario. Pero los firmantes del Pacto no nos situamos en el catastrofismo, sino que deseamos cambiar las falsificaciones que nos han hundido, por una realidad positiva, un cambio con nueva energía, y para ello la Transparencia es una bandera donde lo importante no es el color del tejido de la enseña, sino la claridad, la solidaridad y la libertad de los que la portan, son los sentimientos liberadores que nos conducirá a un proyecto social donde la participación ciudadana convertirá en positivismo el caos y el desgobierno actual. ¡Es la hora de la participación! ¡Es el tiempo de la transparencia en las instituciones!
Moralmente estamos obligados a ello, y hay que atajar con valentía todas las conductas indebidas o irregulares, tanto en el terreno público como en el privado, lo contrario nos lleva a una miseria y la pobreza de sus ciudadanos y de sus instituciones. En el siglo de la información y del conocimiento, los ciudadanos queremos saber, queremos colaborar, queremos participar, y queremos que se nos rindan cuentas. Así por lo menos está recogido en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea del año 2.000. Son conceptos claros que definen los campos de la Dignidad, Libertades, Seguridad, Igualdad, Solidaridad, Participación Ciudadana y Justicia. Deseo trasmitir una nueva ilusión a todos aquellos que desean actuar sobre sus causas, porque es un problema interdisciplinar que abarca todos los sectores. Especialmente queremos resaltar los siguientes:
Transparencia del sector público: El sector público es fundamental en nuestra sociedad, por su importancia en la economía, y vela por el buen funcionamiento de la seguridad, la libertad, el bienestar y la cobertura social de los ciudadanos, es por ello que el nivel de transparencia nos afecta muy sensiblemente.
Transparencia en los mercados financieros: Los ciudadanos participan diariamente en los mercados financieros, siendo sujetos pasivos, porque ni intervenimos, ni controlamos, solo somos usuarios y depositantes e inversores de nuestros ahorros. Necesitamos control y buen gobierno.
Transparencia religiosa: No podemos olvidarnos del componente religioso en cada sociedad, cada vez que analizamos un problema, nos podemos encontrar con sus raíces en ideas o sentimientos religiosos. Es por ello que necesitamos que las religiones no sea un círculo cerrado, sino transparente.
Transparencia en todos los niveles de la enseñanza: desde primaria a la universitaria. Es esencial que el funcionamiento sea abierto, desde su base educativa para culminarlo en la etapa universitaria.
Transparencia en la actividad de los profesionales: Directivos de empresa, economistas, abogados, sociólogos, ingenieros, profesionales de los medios de información, y todos los profesionales que desarrollan su actividad en el complejo mundo de los servicios, todos ellos son más responsables, porque la profesión se debe ejercer con la sensibilidad de la materia que tratan y la influencia que ejercen. El ejercicio de sus funciones debe ser para aumentar la ética y los valores sociales.
Necesitamos una mayor conciencia social y una sensibilidad especial para luchar contra la corrupción, los resultados de esa lucha nos darán una mayor equidad social. Por eso una sociedad moderna que no aborde estos problemas correctamente, vive sobre la falsedad.
Y para evitar sus causas tendremos que emplear medios y propuestas, que a modo de resumen podemos señalar las siguientes:
La primera: Queremos ser libres. Lo cual quiere decir claramente, que no queremos que nos dominen los que tienen el poder, aquellos que detentan desde su 1% exclusivo, todos los privilegios, con asentamiento en los paraísos fiscales y en corporaciones gobernadas desde la insumisión a un desarrollo sostenible y socialmente equilibrado.
Segunda: Queremos que nuestros ciudadanos no vivan oprimidos por el miedo, miedo a perder su empleo, su bienestar, su futuro, y lo que es peor, perder la democracia.
Tercera: Queremos que la información del Sector Público sea transparente, que los trámites administrativos se desarrollen en los conceptos desarrollados de la e-Administración, utilizando todas las ventajas que las Tics nos ofrecen. Se precisa que todos los medios de las tecnologías de la información se apliquen en las AAPP, para que las relaciones entre ciudadanos, empresas y colectivos en las gestiones públicas se puedan realizar a coste cero.
Cuarta: Queremos que el constitucionalismo del gasto sea respetado. Queremos una equidad en los tributos, con un control del fraude. Que no se den facilidades a las economías especulativas.
Quinta: Queremos una sociedad civil activa, exigente con sus instituciones, muy vinculada a los movimientos sociales que son los dinamizadores de las reivindicaciones sociales. Queremos una instituciones políticas (partidos), económicas (empresariales), trabajadores (sindicales) y sociales y religiosas (confesiones y ONG), que cumplan con sus fines y que no sean organizaciones cerradas.
Sexta: no podemos olvidar que lo que se inició con una ilusión de un futuro a desarrollar con la globalización se vislumbra muy suspendido, y cada vez se habla más de la desglobalización y del decrecimiento. Hemos dejado que el péndulo de la economía neoliberal haya ido demasiado lejos, tan lejos, que se ha situado en la dirección contraria.
Se habla constantemente de la muerte de Europa. Pero, ¿Qué Europa? La acomodada al mercado mundial, esa Europa rechazada en algunos referendos, la Europa gobernada por expertos-tecnócratas. O la Europa de la fría razón de un sentido patético de defensa contra el déficit.
Debemos buscar una democratización de Europa, buscando aquellos sentimientos sociales que siempre surgieron desde sus muy diversas revoluciones que nos libraron en cada periodo histórico de la opresión, esa Europa que ha mantenido viva la antorcha democrática de la antigua Grecia. Queremos que los ciudadanos recuperemos la “ilusión democrática”. Queremos defender con la palabra los valores regeneradores y la transparencia es el mejor antídoto para curar los males que padecemos, así por lo menos pensamos los firmantes.