La espera

 

En los pozos profundos, decía Nietzsche, viven con lentitud las experiencias: tienen que esperar largo tiempo hasta saber qué fue lo que cayó en su profundidad. Esto nos ocurre con la economía europea, nos dicen desde Bruselas, que estamos tocando fondo. Con una factura de retroceso de cinco años del PIB medio, y de siete en el campo del empleo. Con un sistema bancario con respiración asistida, unos empresarios carentes de proyectos y unos ciudadanos que ven sin proyectos a los políticos que deberían tenerlos, por lo menos eso afirmaron. Desde el fondo del pozo del fatalismo, nos sentimos como abandonados a un destino sin esperanza.
La recomendación de Nietzsche, hay que considerarla, porque es aconsejable antes de salir del pozo, por lo menos, saber qué fue lo que nos llevó a sus profundidades, y que cosas nos arrastraron a esa desgracia, y desde esa espera, paciente, recuperar el sentido y la visión y pensar algunas cuestiones como las siguientes:
Primera: Con el sacrificio de todos, no entramos si voluntario o impuesto, hemos salvado al sistema financiero, por ser pieza clave para el funcionamiento de la economía, pero ahora, resulta que no funciona, se ha quedado petrificado en sus problemas y lo hemos dejado en unas manos que provocan desconfianza social. Draghi manifestó que haría todo lo necesario. Ya lo ha hecho, según parece, pero ni Bruselas ni Berlín, consiguen una acción concertada de política económica, monetaria y de estímulos de empleo. Seguimos en el pozo, sin soluciones, salvo algún despistado que piensa “cultivar flor de invernadero, como De Guindos.
Segunda: La austeridad es peligrosa, y según Blyth, es una idea de destrucción de la actividad económica. Ha destruido de media, más del 10% del PIB en la periferia de Europa, y ha convertido el desempleo en un problema aniquilador, con un consumo en reducción alarmante, y ha dejado sin recursos las diferentes fuentes de ingresos fiscales, con una peligrosa incidencia en las haciendas autonómicas y locales.

La espera
Desde la oscuridad so oyen protestas de un sistema cada vez más desigual y con muchos privilegios. Los jóvenes se sienten abandonados a un destino incierto.

Tercera: La crisis es de todos, pero no afecta por igual ni a todos los ciudadanos ni a todos los países. La desigualdad se ha impuesto como estructura generalizada y la disparidad y las drásticas recetas son difíciles de aplicar y socialmente muy peligrosas. Desde la oscuridad de ese pozo, oímos voces de protesta, por ese exceso. Ni los bienes públicos, ni las oportunidades, siguen una pauta equitativa, especialmente en los jóvenes. Y ese modelo de establecer privilegios, nos están advirtiendo desde muchos sitios, es un modelo que destruye, podemos leer a Roubini, sobre su análisis al respecto.
Cuarta: Hay que salir de este pozo, pero con unas políticas coherentes, no con recetas transitorias de ofertas y reformas sin cumplir, porque no habremos entendido que hay un cambio de época, que se precisan estímulos nuevos, y no encontramos ni a los políticos que nos dominan ni a los empresarios que nos gestionan la economía, con ideas compartidas con la ciudadanía, para acometer ese nuevo futuro.
Quinto: Nunca tantos hemos deseado que se celebren unas elecciones, me refiero a las de primero de otoño en Alemania, -ahora después del discurso de Rajoy también aquí- No tengo especial ilusión en los resultados, ni por supuesto que sean un cataclismo que gane o pierda la Sra. Merkel, pero si espero que después de este evento, si no se dan los pasos para tener una política común desde el Banco Central para la eurozona, será un fracaso, y todo el esfuerzo por salvar al euro y al sistema financiero, quedará en el aire, y después de cinco años de espera, aplicado más paciencia que Job, si antes de la navidad próxima no hay una solución a esta paciente ciudadanía europea, parece lógico que pensemos que habrá que tomar algún camino.
José Molina Molina. Doctor en Economía, Sociólogo y Miembro del Pacto por la Transparencia

Es autor de Ciudadano y Gasto Público, que Editorial Aranzadi lo publicará en el próximo septiembre

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10 comentarios en «La espera»

  1. ¿Cuál es el camino?

    Durante décadas se está alimentando al capitalismo salvaje, al «todo vale» para conseguir beneficios. Las sicavs, las rebajas de impuestos a los que más ingresan por beneficios, las ventas en corto, la especulación en origen de las materias primas alimentarias, la desregulación laboral, el libertinaje empresarial…No ha existido el control, desde que entramos en la UE y para cumplir con la competencia, hubo que privatizar en su totalidad o en parte las empresas públicas, comenzando una cuesta abajo que todavía no hemos podido frenar. Nos condujeron al consumismo de una forma vergonzosa: el mejor coche, un móvil cada año, el tv más grande y plano, la sagrada hipoteca para toda la vida, vacaciones a lugares paradisíacos…y ahora ¿que? Ahora nos quieren convencer de que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, sin reconocer su error ni pedirnos perdón por las crueldades a las que conduce el paro, los desahucios y el hambre de nuestros hijos.
    Como en Grecia, las empresas asfixiadas van pasando a manos Alemanas, por ejemplo Balay, de las últimas, Azkar, la Opa de E.On sobre Endesa en 2006, ¿os acordáis? Es una expropiación en toda regla…lo que era nuestro ya no lo es, han desaparecido los puestos de trabajo porque las empresas compradas han sido desmanteladas, ya no existen, las que existen se han deslocalizado al tercer mundo bajo condiciones infrahumanas y otras llenan los bolsillos de sus inversores a costa de la pobreza del trabajador. La proliferación de paraísos fiscales y la corrupción de nuestras instituciones y políticos está dando la puntilla a una situación ya de por sí, insostenible…
    ¿Y que hacemos? Los que todavía tienen un puesto de trabajo, mileurista, callar y dar gracias. Los parados, dar gracias por la prestación mínima y los que no tienen nada, dar las gracias a la caridad de quienes se organizan para ayudar. Ya no se puede caer más bajo…bueno, si se puede. Se puede ir a la plaza a cantar canciones nazis y comer sopa regalada por partidos extremistas como el griego «Amanecer Dorado» y después colgarse de cualquier árbol de la misma plaza y rezar para aparecer después en un mundo donde las personas seamos honradas, luchemos por nuestros derechos y vivamos en armonía con resto del mundo.

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  2. Planteas con detalle la situación y aportas datos que complementan mi reflexión, me alegro de que coincidamos en las visiones generales. Gracias por tu comentario. José Molina

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  3. En el segundo párrafo repito el comentario con que te respondí en El País, debajo de la noticia «Los convenios ya congelan salarios a uno de cada cuatro trabajadores,» colocando aquí mismo directamente el enlace a la nota la nota Propuesta que no están esperando los dominicanos, ni los españoles, pero les encantará.
    Dicho comentario dice «Excelente aporte. Como puedes ver en el primer comentario debajo de esta noticia, entiendo que “La espera” que mencionas en el enlace para salir del profundo pozo puede terminar desde que las autoridades cambien su modo de pensar de uno viejo a otro nuevo. En seguimiento a ese comentario que resalta ambos modos de pensar repito de nuevo que «Como se puede ver, por ejemplo, en la nota Participación de la institución del Estado y del FMI en el derroche eléctrico español, las recetas del FMI tuvieron su razón de ser en un mundo donde la energía era barata y la información cara. La gigantesca transformación de la energía cara a la información barata impulsará necesariamente la creación masiva de empleos.» Para más detalles pulsar el enlace al blog Grupo Millennium Hispaniola desde el segundo comentario.»

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  4. Tu blog es muy completo y plantea a las claras los problemas. Te felicito por el trabajo que haces. El comentario a la reflexión de la Espera, muy acertado, documentado y con planteamientos prácticos y concretos. Mucho ánimo para seguir impulsando tu proyecto. Gracias por el comentario. Un saludo,

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    • Me ha gustado mucho el proyecto de tu blog. La aportación que haces es muy acertada y documentada. Me alegro que con las ideas que divulgamos la sociedad reaccione y cambie. Gracias por tu comentario, Un saludo, José

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  5. A mi también me ha gustado tu proyecto de blog que aprovecha el «Concepto del Erizo» que lleva a la simplicidad de la «Economia A Pie De Calle.»

    Tratando de aplicar el coemntario que colocaste en mi blog sobre la «propuesta que no están esperando…» y que dice que es «… una magnifica idea y espero que tenga difisión amplia y efectividad,» estoy enviando a todos aquellos que le envié un tweet sobre la propuesta otro tweet que dice:

     Economia A Pie De Calle «La espera» … ver comentario «puede terminar» http://bit.ly/103GMH  

     Un saludo también, José Antonio

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  6. Marx tenía razón: la acumulación del capital pone en peligro el sistema capitalista y el modelo de economía de mercado. Evidentemente Marx no acertó en la solución propuesta a este riesgo.
    Hace relativamente poco salió publicada una noticia poco comentada pero esclarecedora; en España por primera vez en la historia las rentas de capital superaban las rentas de trabajo.
    El desempleo o subempleo y el bajo nivel salarial de la clase trabajadora, junto con el efecto inflacionista del Euro, y la creciente desigualdad en la distribución de la riqueza no han hecho más que mermar la capacidad de gasto y de consumo de las clases medias, frente al crecimiento sin igual de propietarios y rentistas.
    La globalización, la búsqueda de la competitividad y productividad a toda costa (sobre todo de los trabajadores) y el imparable impacto que la automatización y la revolución digital están teniendo en los modelos productivos a nivel mundial, nos acercan peligrosamente a un modelo en el que los empleos son y serán cada vez más escasos.
    Si bien hasta ahora la “falacia tecnológica” ha sido superada gracias a la incorporación de la mano de trabajo en nuevas industrias surgidas de los avances tecnológicos, alguien puede anticipar que nueva industria o sector será capaz de absorber la mano de obra que se está quedando sin empleo? Quizás no la haya, y mientras tanto los avances tecnológicos en automatización, robótica e inteligencia artificial ponen en peligro no solo puestos de trabajo no cualificados en los sectores manufactureros y comerciales, sino cada vez más en trabajos intensivos en conocimiento, como el ejercicio del derecho, la contabilidad o la medicina. Por lo tanto, si bien deseable, el incremento de los niveles de conocimiento y competencias de mano trabajadora puede que no sean suficientes para salvaguardar el modelo.
    Durante la última década, la burbuja inmobiliaria y financiera no han hecho más que enmascarar esa pérdida de poder adquisitivo de las clases trabajadoras, que a través del acceso a un crédito barato y la securización de sus bienes inmuebles, han podido mantener en cierto modo su nivel de vida, consumiendo y manteniendo una ficción de economía de mercado eficiente.
    Tras el estallido de ambas burbujas, la destrucción de empleos como consecuencia de la globalización y los adelantos tecnológicos, el enfriamiento de los países emergentes como contribuyentes a la demanda agregada global, nos llevan a unas tasas de desempleo insostenibles, pero que desgraciadamente pueden llegar a ser estructurales.
    Al mismo tiempo, la estrategia que parece haber elegido nuestros gobernantes pasa por una devaluación salarial, que no hará más que elevar el desempleo, y reducir aun más si cabe la capacidad de consumo de la población.
    Sin embargo el modelo se basa paradójicamente en la capacidad de consumo de millones de consumidores que pueden hacerlo gracias a las rentas de su trabajo. Sin que éstos recuperen su capacidad de consumo, gracias a su incorporación al mundo productivo, no habrá una recuperación económica y un crecimiento sostenible.
    En este contexto, se imponen políticas nuevas que intenten:
    Por un lado, frenar la acelerada acumulación de capital a través de políticas fiscales que favorezcan una distribución más igualitaria de la riqueza, lo cual pasa necesariamente por políticas fiscales progresivas que reclamen a grandes fortunas, rentistas, empresas y corporaciones una reciprocidad con la sociedad y la población trabajadora. Si éstas quieren mantener sus cuantiosos beneficios de una manera sostenible en el tiempo, va en su interés que parte de su riqueza revierta en la población que constituyen su mercado y consumidores.
    Por otro lado, adaptar el sistema capitalista a los nuevos retos que afronta como son la globalización, la evolución a una economía donde la mano de obra es cada vez menos necesaria, el envejecimiento de la población, el cambio climático,…
    Ello requiere de políticas y políticos que sepan conjugar la redistribución de la riqueza de manera más equitativa, para que productores y consumidores puedan mantener el sistema y al mismo tiempo promover los incentivos necesarios, que ya no pueden ser únicamente económicos, para dar respuesta los retos expresados.

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    • Gracias por tu aportación, es una reflexión que comparto, y que amplia muchos de los conceptos que mis diferentes aportaciones an el blog voy haciendo. Tenemos nuevos retos en estos nuevos tiempos y la forma equitativa, como muy bien dices, de su distribución en el futuro marcará nuestra sociedad. Espero que algún otro post del blog te impulse a enviar un comentario.Un saludo José Molina

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  7. Excelente artículo y reflexión, un poco pesimista pero es pura realidad, las desiualdades que existen entre paises de la «Union Europea» que de unión tiene poco ya que cuando las vacas gordas eramos todo amiguetes pero ahroa que vienen flacas si te he visto no me acuerdo.
    También existen muchas diferencias entre diferentes grupos sociales no hay mas que ver el último informe sobre que en España en el último año han aumentado el nº de ricos. Sorprendente.

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