Cada día más

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François de Closets, publicó en 1982 un ensayo que titulaba “Toujours plus”, donde analizaba la fiebre desatada en la sociedad de querer cada día más. Es la visión que impuso el consumo, subir de nivel de vida, consumir lo que entra por los ojos, caer en el marketing agresivo. Nos convirtieron en máquinas  de ansiedad de un siempre más. En estas redes cayeron todos, desde los ejecutivos, los empleados, los consumidores y los políticos. Todos por encima de sus posibilidades, unos endeudados y los que se han saltado las líneas rojas, consumiendo, o estafando.

Esa visión desde los que han cruzado la línea roja, es lo que ha recogido la encuesta realizada a nivel mundial por la consultora KPMG sobre el “Fraude empresarial” hecho público esta semana. En dicho informe, el prototipo de defraudador en las empresas es un directivo que quiere cobrar más. Ese desmedido impulso, ha roto las barreras de control y ha asaltado defraudando un volumen que asciende a 2,5 billones de euros al año, un 5% del PIB, están en cabeza los sectores de finanzas, infraestructuras y telecomunicaciones.

El tipo medio es la figura de un ejecutivo de entre los 35/55 años, con más de seis de experiencia en puestos de responsabilidad en la empresa y con poderes como alto ejecutivo. La facilidad de distraer, de una forma u otra, remuneraciones o sobornos, la propicia el tiempo de maduración de la confianza en este tipo de personajes.

La encuesta se ha realizado en base a 596 casos en 78 países, y aflora una sensación de sentirse mal pagados los ejecutivos, lo que les arroja a una salida de tomarse la justicia por su mano. El fraude se ha extendido, según el portavoz de KPMG a las grandes empresas y también a las pequeñas, y sin excepciones a todas las economías.

Es significativo la muestra separada de España, donde en los 20 casos de fraude empresarial señalados, lo evalúan en 50.000 millones de  €,  que representa mucho más que los recortes presupuestarios realizados, o casi el equivalente al importe del rescate bancario.

Tendremos que reflexionar, porque la falta de transparencia, las deficiencias en los controles y el desmesurado espíritu agresivo de nuestros ejecutivos nos está abocando a un fracaso estúpido de las buenas prácticas de gestión. Deberíamos trabajar más en la línea ética, porque el agresivo consumismo nos está hundiendo, es cosa de principios y de un poco de sentido común.

No se escapan de este atropello, el fraude externo, el que se realiza a las organizaciones, desde los seguros a las Administraciones Públicas, que están en la cabeza de los fraudes externos.

Estas generaciones de defraudadores utilizan las más modernas tecnologías, y disponen de medios sofisticados que no empleaban las generaciones anteriores, avanzando la defraudación al mismo ritmo que los medios. Es el momento de preguntarnos: ¿Cuándo comprenderemos que la transparencia es rentable? Porque  si nadie defraudara solucionaríamos el déficit del sistema. Socialmente, no podemos permitir que ningún corrupto nos imponga sus normas. El día que comprendamos estas cosas, viviremos mejor, porque en vez de  correr desesperadamente detrás de  “cada día más”, avanzaremos por la vía de cada día más transparencia. Y en ese momento, empezaremos a sentir una nueva sociedad. ¡Nos gustaría conseguirlo!

Porque la caída en diez puntos del ranking de percepción de la corrupción realizado por Transparencia Internacional y hecho público hoy, confirman que en los ambientes internacionales la corrupción política y administrativa se desliza por una peligrosa vertiente sin control. Son demasiados los atrapados en escándalos, y la lentitud de los procesos mantiene en la calles la corrosiva problemática que han dejado los corruptos, todos presuntos, porque la presunción de inocencia se mantiene hasta sentencia, y  ya procuran que llegue lo más tarde posible, que prescriba, o que en el procedimiento se anule por alguna incorrección. Lo peor de todo, que el esfuerzo por introducir la marca España queda devaluado por tanto presunto sinvergüenza en espera de sentencia.

 

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2 comentarios en «Cada día más»

  1. Cuantas mas herramientas tienes para defraudar mas herramientas usas,la premisa de este país es cuantos menos impuestos pago mas listo soy.Los impuestos nunca tendrían que haber formado parte de las campañas electorales

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