No es un nuevo corto que se esté rodando sobre el sistema, es la vida misma. Nos están vigilando, y eso que no hacemos nada. Poco a poco, desde “la cerca”, los que se están reuniendo, cada uno con los suyos, preparan sus programas, y lo preocupante no es quien gane las próximas elecciones, lo preocupante, es que gane el que gane, su margen de acción es muy reducido. Pero no todo es lo mismo. Tengamos cuidado con las descalificaciones generalizadas.
Si gana la derecha tradicional, eso dicen las encuestas, el resultado no es que la mayoría sea de un partido conservador, sino que los conservadores de todo el mundo, en especial los europeos, lo que están preocupados es en constitucionalizar su visión de la economía, y eso si que es grave. La izquierda está respetando más a pesar de los muchos errores, y es cierto que no ha tenido la valentía de enfrentarse a los mercados y hacer un cambio en serio, y eso le está pasando factura.
Pero el conservadurismo europeo no se conforma con cualquier cosa, y lo quiere todo, aunque tengamos que retroceder a los orígenes y asumir los ciudadanos como una maldición, que por haber consumido tantas hipotecas, coches, vacaciones y haberles dejado nuestros ahorros en demasía, somos los culpables de lo que pasa, y pagaremos resignadamente la factura, que nos reclama ese 1% de pudientes, porque es más fácil cobrarle al 99%, que a los que están protegidos incluso hasta por la policía, único cuerpo que por lo visto no padece reducciones.
Una sociedad que va perdiendo sus valores, la ética, y su clima político esta cada vez más radicalizado, tendrá como respuesta que la protesta irá aumentando, las acampadas se multiplicaran y las manifestaciones cada vez tendrán más apoyos, Wall Street, Bruselas y el próximo 15 de octubre, son una ejemplo, pero ¡ojo¡ que nos acechan.
Os dejo un vídeo de Four Horsemen para que veáis como funciona el mundo.
