Están inundando los mercados financieros de “bonos patrióticos”, emitidos por las Comunidades Autónomas con el fin de financiar su déficit, acuden a los inversores particulares, porque los institucionales no están por la labor. Nada que objetar a esas operaciones, siempre que se respete a los inversores en cuanto a puntualidad de sus obligaciones, y no se les vaya a tratar una vez atrapados como a los acreedores de esas administraciones públicas, que llevan en algunos casos más de dos años pendientes de cobrar sus facturas.
Sería bueno, empezar a pensar para el futuro de la financiación de las infraestructuras, que son necesarias para el desarrollo y renovación de la economía, con otros instrumentos, hay productos como los “poryect bonds” o bonos de proyectos, cuyo riesgo subyacente está ligado a la ejecución de una infraestructura. No es nada novedoso, ya en la época de los años noventa, se utilizaron para financiar mucha obra pública en Europa con este sistema. Y desde el 2008, en muchas regiones del planeta se están financiando obra pública por este procedimiento.
Desde la UE, también recomiendan esta formula más transparente, y es el propio BEI (Banco Europeo de Inversiones), quien se ha puesto en marcha, en lo que se ha llamado “Euro 2020 Proyect Bond Iniciative”, con el objetivo de buscar una formula de financiar desarrollo de inversiones reales. El año 2014 será un momento de la salida de esta experiencia.
Hasta que llegue ese fecha. El “proyect Bonds” de infraestructuras tiene un buen mercado y muy desligado de lo que son las deudas emitidas por las AAPP, con unas garantías más especificas para el inversor y sin tanta complicación con las calificaciones de los ratings. Hay que ir pensando, que el presupuesto publico de gatos, es para mantener fundamentalmente los servicios, entre ellos el pago de las amortizaciones y los intereses, pero es bueno en el futuro separar presupuestos de inversiones, y gastos de funcionamiento. Es el viejo dicho de no mezclar “churras con merinas”. De esta forma los ciudadanos lo entenderán mejor, los inversores también, y sabremos con más claridad lo que se emplea para unos capítulos y otros, que evidentemente, ahora también se sabe, pero la claridad y separación mejorará la información. De es forma también los inversores podrán saber en que se comprometen y con que garantías responden sus inversiones y solo nos falta tener buenos gestores, porque para buenos proyectos hay dinero, y si las cuentas están claras, lo tendremos solucionado. Solo necesitamos un buen gobierno.
