Desde hoy somos más vulnerables, la generación de los Goldman Sachs preparan medidas que su aplicación práctica es que gasten menos, los que menos tienen, sin tocar los techos impositivos de los que más posean o ingresan. Han subido el IVA en Irlanda, preparan las medidas para Italia y a España le están preparando una receta de recortes de medidas drásticas, después vendrán “las medidas brutales” que pedía algún patrono de la CEOE. Los Goldman, han impuesto su menú, la dieta calórica, ahora queda que si con tanto sacrificio no brota el empleo, el panorama no tendrá buen aspecto. ¡Esperemos ¡
Sólo los más ricos, ha dicho Stiglitz, han obtenido beneficios de las políticas desreguladoras, es un hecho cierto, el sistema ha funcionado como un efecto de impulsión hacia arriba, sólo los privilegiados se benefician de dicho impulso, el resto lo vio pasar, sin poder sacar ningún beneficio.
Krugman, nos introduce en una reflexión de analizar la equiparación de ingresos y gastos, y la pregunta previa es: ¿tenemos que hacerlo? ¿El modo de aplicarlo tiene que ver con la contabilidad, o con otras disciplinas? Porque lo esencial, ese “debe y haber” más que con partidas de un balance, tiene una función directa con los valores fundamentales, y si hablamos de valores fundamentales, nunca los tecnócratas deben de llevar la voz cantante, porque las decisiones las toman los votantes, los ciudadanos.
Esto nos conduce al trazado de las líneas brillantes, de los limites por donde deben de diferenciarse en la sociedad las actuaciones de los ciudadanos, los funcionarios y la estructura política, porque como dice el profesor Tipke, para separar de los problemas presupuestarios, la ineficacia de los problemas de ingresos, los fraudes y otros muchos elementos que complican la vida pública, debemos dar la oportunidad a los ciudadanos de priorizar sus necesidades, y nunca que lo determinen o lo limiten los mercados, Por eso no queremos pactos, ni gobiernos que nos destruyan la ilusión, sobre todo cuando las circunstancias son más vulnerables.
No olvidemos que cuando los hombre de Goldman Sachs sueñan un rescate, ganan dinero, cuando logren gobernar por todo el planeta, su monopolio habrá llegado a su techo, y cuando esta situación llegue ¿Dónde estará el riesgo? El riesgo, la prima que está generando, es una burbuja, pero cuando la agoten, los que mandan en los mercados se habrán enriquecido, y los que la soportamos seremos más pobres y más vulnerables.
