Cuestiones intocables

Hablar de una quita de la deuda, o de cualquier deuda, es imposible, auditar los activos en manos de la banca, o nacionalizar el sistema financiero, eliminar los paraísos fiscales, o quitar los bonus a los banqueros, o cualquier otra medida que vaya directamente a mermar poder a los oligopolios financieros o del gran capital, es impensable. Que a nadie se le ocurra pedir un referéndum para consultar qué medidas se aplican para salir de la crisis, porque lo envían rápidamente al mismo lugar que a Papandreu. Hay cuestiones intocables, y tengamos muy claro, que por esas ¡matan¡
De un sistema que estaba hundido, hecho “unos zorros”, se ha revuelto mandando, fortaleciéndose a base de debilitar a la ciudadanía. Hemos pasado ¡del no nos moverán¡ a que afirmen que todo el Estado de Bienestar peligra por el paro, los cinco millones de parados, dicen que son los que lo han fulminado y nos presentan el problema como la consecuencia, cuando los responsables y culpables son los que han gobernado la economía y las finanzas que no han sabido construir un modelo productivo equilibrado, solo especulación y ladrillo.
No es nuevo, en 1934, luchando por salir de la Gran depresión, el capitalismo más rancio de Wall Street, pretendió dar un giro a la política de EEUU, con un simulacro parecido al cambio de la Alemania de Hitler, les fascinaban a ciertos banqueros, la Alemania productiva, en su camino hacia metas de “triunfo”. Una Comisión del Congreso de EEUU, tuvo que investigar la intentona de un tal general Smedley Butler, que salió no mal parado por el apoyo de la prensa financiera mediática, quitándole hierro al intento, en concreto, la Unión Banking Corporation, dirigida por el senador Prescott Bush, del conocido clan que ha gobernado en política, el presidente de Chevrolet, el famoso Henry Ford y el presidente de IBM, Tom Watson, estaban apoyando y defendiendo la intentona. Posteriormente recibieron la Gran Cruz del Águila Alemana, de manos del propio Hitler por colaboración en el desarrollo de la economía.
El presidente Roosevelt, dejó pasar el tema, le aconsejaron que mirara a otro lado, que ironizara el tema, desprestigiándolos, hasta que en 1942, no tuvo más remedio que intervenir las empresas que estaban colaborando abiertamente con la Alemania de Hitler.
Concluyendo, las iniciativas de acoso, los intentos de eliminar las ventajas sociales, sometimiento de los políticos a sus fines y objetivos económicos, y hablar en nombre de la patria, les da una patente de corso. Con el apoyo de los medios se traspasa la línea de la democracia fácilmente, y ahora lo estamos viendo en Hungría, Rusia y otros países, por ello hay que tener presente, que la democracia hay que defenderla cada día y en cada sitio, porque se pretende gobernar con un pueblo atemorizado.