Así se denominan los depósitos que el BCE recibe “durante la noche” de los bancos de la UE, primero les presta fondos al tipo del 1,75%, y luego la banca, que no se fían entre ellos, ni de los demandantes de crédito, lo depositan por la noche, en el Banco Central, al tipo del 0,25%, que actúa como “caja de depósitos”. El dinero duerme, no circula, pero está seguro. ¿Es incapacidad? ¿Inseguridad? ¿O pretenden otras cosas ocultas, no confesables? Sea lo que sea, están haciendo méritos para ser nacionalizados.
Pero a pesar de sus comportamientos, son intocables, han sabido imponer una creencia de que su sistema es vital, y sin bancos privados no hay vida posible. Han tenido la habilidad de convertir su codicia en virtud, y han transformado el robo y el desfalco, como algo brillante de su ingeniería financiera, no apta para ciudadanos normales. ¡Y nos lo hemos creído¡
La clase media atemorizada, por lo que ya lleva perdiendo, no quiere asaltar “la Bastilla financiera”, no sea que se encuentre que dentro no hay nada y prefiere mirar para otro lado, porque no puede dejar de utilizar sus cuentas, sus tarjetas y demás fetiches creados en esta liturgia de la confusión.
Nadie lo entiende, el político que sale a explicar la crisis, se pierde, por eso el gobierno está callado, pero desde “arriba” hay un grupo de gente entre la city y Wall Street, que están viviendo a costa de los ciudadanos pasmados de este mundo, porque para que nadie asalte las estructuras de su poder, han construido una burocracia profesional financiera, a la medida de su propia locura de dominación. El resultado es proteger a las grandes fortunas privadas del riesgo y las perdidas, y cuando llegan, que sean asumidas por la población que para eso controlan los presupuestos públicos. ¿Estamos locos, o están locos?
