CRIMEN SIN CASTIGO

Sabíamos de los excesos cometidos por los financieros de casino, sabíamos que forzaron las normas contables para sacar de sus balances los riesgos, y también de su avaricia, de su engaño a todos los ahorradores y de sus consecuencias, pero no lo habíamos visto. Ahora tenemos la posibilidad de ver una obra maestra en su genero Inside job” (El trabajo interno), que narra la historia de ese crimen perpetrado por la élite de Wall Street, que nos ha conducido a la mayor catástrofe financiera desde 1929.

inside-job

El documental (corto) ha ganado un Oscar éste año, y sería bueno que lo pasaran no sólo por las salas comerciales, que también, sino por las Escuelas de Negocio, Universidades, Institutos y cuantos centros educativos estén dispuestos a regenerar el sistema. Escrito, dirigido y producido por Charles Ferguson, expone con inteligencia y rigor, abundante información sustentada en investigaciones y entrevistas.

El negocio especulativo y fraudulento que fue realizado por los presidentes de las compañías que controlaban Wall Street, en connivencia, o con la permisividad, de los altos funcionarios de la Reserva Federal, el Tesoro de los EEUU, o el propio Consejo de la Casa Blanca, con Busch de presidente, tiene nombre y apellidos: Alan Greespan, Robin Rubín, Larry Summers, Henry Paulson y Ben Bernake. Y un apartado especial, para Raymond McDaniel, presidente ejecutivo de Moody´s, elegido por la Comisión del Congreso de los EEUU, como caso de estudio por sus fallos abismales en la agencia de calificación ante la crisis. El cual sigue de presidente, y este año ha recibido un bonus del 157% más que años anteriores, y el resto de sus ejecutivos, cobra el doble que antes de la crisis, por el eficaz juego que están llevando a término del lobo feroz. Tampoco podemos olvidar al senador Phil Gramm, todos ellos impidieron cualquier intento de cortar con los métodos desreguladores. Por ello son exhibidos en el documental por su falta de previsión unos, y por su irresponsabilidad y cinismo el resto. En este documento queda al desnudo, lo que la élite del poder hizo o dejó de hacer.

En contrapunto se puede observar, cómo los informes de Raghuram Rajan (FMI, 2005), fueron descalificados, al igual que las advertencias del FBI en 2004, donde se alertaba que se estaba organizando una cadena de fraudes con soportes hipotecarios. Es una obscenidad que los que están en paro, los que han visto sus proyectos empresariales rotos, los jóvenes sin futuro y las familias enteras sin horizonte estable, estén viendo cómo los que han traicionado la confianza pública y los valores colectivos, no les pase nada.

En Islandia, han tomado un camino distinto, han encarcelado a los financieros responsables, han mandado a la clase política a su casa y están redactando una nueva constitución, donde el ciudadano se encuentre protegido de los nuevos bandoleros de cuello blanco y de los vendedores de crecepelos. Para llegar a eso, hace falta una sociedad civil activa, un pueblo con conciencia clara de defender sus derechos, y elegir a un grupo de personas independientes que sean los nuevos padres de la patria, ¡y por supuesto¡ no tener miedo a las agencias de rating.

Publicado en el Circulo de Economía el 4 de abril de 2011

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