Es el crecimiento ¡estúpidos!

 

Personas supuestamente serias nos dicen persistentemente que nuestra desventura es el déficit, y que los mercados nos desbastaran hasta que no equilibremos las cuentas públicas. Lo han repetido tanto, que ya piden intervención y fondos, para un rescate “sin límites”, porque no saben lo que puede haber todavía oculto en las cuentas públicas de todas las Administraciones, y no se fían ni de amigos ni de contrarios, por ello piden ahora sin remilgos, que nos ayuden sin límites. A los receptores de estos mensajes, no se les reconoce por reaccionar  por solidaridad, ni por defender un proyecto político, más bien, tienen un problema financiero, quieren cobrar, y por supuesto garantizar el pago. El »Financial Times’ dedica una columna de opinión a España, (20-8-2012) con duras críticas a la política del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al que insta a actuar “rápido” y a emprender un “plan radical para España”.

Es el crecimiento ¡estúpidos!
No hay salida a la crisis sin crecimiento

 

Por otro lado, sabemos que sólo con ingresos públicos, se podrán devolver los vencimientos de la deuda, aunque  los recortes efectuados hasta ahora,  han resultado  más bien un destrozo del propio sistema, observamos como el inicio del derrumbe del estado de bienestar, está paralizando la vida de la sociedad, anulando iniciativas, y poniendo en peligro el equilibrio social. El aumento de la presión fiscal, y las deficientes medidas en la lucha contra el fraude, pueden neutralizar el esfuerzo realizado por los ciudadanos cumplidores, con aquellos que siguen situados fuera del esfuerzo colectivo.

Ingresar más en las cajas públicas, también es gestionar mejor los recursos, porque subir los impuestos y tasas alocadamente, nos conduce a distorsionar nuestro débil sistema de consumo, sin embargo, eliminar partidas de los gastos públicos que no hacen daño, salvo a los privilegios  políticos, es hasta bueno. Estamos en la hora de advertir que si no se toman medidas ejemplarizantes, las instituciones  no se comprenden  en los momentos críticos que vivimos, porque o son un apoyo al ciudadano, o  se miran como una carga.

Nos encontramos en el momento de la reconstrucción, la sociedad está temerosa, porque sin haber hecho nada, sin enterarse, se ha visto de pronto envuelta en lo que algunos han calificado estratégicamente como la “tormenta perfecta”, pero que analizada fríamente, tiene más de ajuste de cuentas entre asaltantes de la confianza ciudadana. Porque hacían lo que la tendencia del consumo pedía, y compraban más gasolina para hacer el fuego más potente. Han actuado como pirómanos de las instituciones y del bienestar. Y por no hacer nada, por seguir la maldita tendencia, nos vemos en la miseria.

Llevamos sin salir de este desastre más de cinco años con un espectacular fracaso de las políticas de austeridad en la neoliberal UE, y debemos por tanto acudir a otras fuentes del conocimiento, encontrar  ideas fuerza y proyectos que fueron los pilares para resurgir en otros momentos críticos, las ideas de Keynes son una fuente de experimentación, y la primera es recordar, que los recortes drásticamente del gasto en la economía, cuando está deprimida, la deprime todavía más. Así que ya es hora de iniciar un rechazo generalizado, no hacer más caso, no asumir como una maldición, que tenemos que adelgazar, porque los ciudadanos no hemos probado de esa comida los excesos de ningún plato, el menú fue solamente para disfrute del selectivo 1% de los que nos gobiernan desde la economía financiera.

Es hora de hacer caso omiso de los supuestos hombres sabios, que con apariencia de prudencia, se han apropiado del debate político y nos gobiernan a ritmo de Decreto-Ley, sometiendo al Parlamento a un transitorio “estado de excepción”. El déficit, se ha convertido en el tema de conversación, y de la prima de riesgo, hablan con naturalidad los jornaleros del campo, y sus reclamaciones llenan las plazas de los pueblos, porque a día de hoy, se le considera como una plaga más, de las que corroen por donde pasa. Pero las plagas se combaten, y esta por ser una plaga envolvente, es más toxica, y en ciertas partes de la geografía se hace irrespirable. Por los medios informativos observamos sus efectos.

Escuchamos voces sensatas reclamando otras políticas, se precisa que el dinero llegue a todos los rincones de nuestra economía, porque en paro y protestando por habernos intoxicados con las preferentes del sistema, no se resuelven nuestros problemas. Las soluciones hay que buscarlas sin enfrentamientos, con menos soberbia de los políticos y sin abusar del poder, que igual que se consigue se pierde, y  centremos todos los esfuerzos en el crecimiento y en el empleo, porque si permitimos ser perseguidos por la maldición del déficit, caeremos en las garras del integrismo fiscal, y lo tenemos muy claro, nuestra solución no es el déficit, es el crecimiento ¡estúpidos! Y no queremos pagar doble por mantener la estupidez de los que profesan esa clase de integrismo,  cuya obsesión nos está haciendo mucho daño, y lo peor es pagar dos veces, por asumir una política de ¡pendejos!

José Molina Molina  Doctor en Economía, Sociólogo y miembro de Economistas frente a la Crisis. Dirige el blog: http://www.economiaapiedecalle.com

 

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4 comentarios en «Es el crecimiento ¡estúpidos!»

  1. Siguen pasando los meses y los años y todos esperamos la reactivación,que se nos prometió,para volver a crear recursos. El post no dice nada nuevo pero hace bien recordándonos las verdades del barquero. No es necesario ser muy inteligente para entender el mensaje. Si nuestra preocupación es cómo pagar las deudas y nos despreocupamos de como generar dinero para pagarlas estamos perdiendo un valiosísimo tiempo que nos cuesta miles de millones en intereses. ¿tan dificil es entenderlo?. Me gustaría que el titular de este blog nos dijera, con su experiencia política, por qué no se toman medidas en este sentido. No creo que tantos políticos sean al mismo tiempo tan estupidos.En otras palabras ¿donde está el gato encerrado?
    Un post sobre el tema sería muy de agradecer.

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  2. Tu respuesta muy acertada, nos lleva a la permanente pregunta ¿que hacer? ¿porqué no lo hacen? ¿quién lo impide? Son preguntas que van teniendo respuesta pero trabajaré para en próximo post en el blog.

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  3. No estoy de acuerdo en sacar dinero del estado (y más, a base de recortes) para salvar la banca. Teníamos una deuda pública de las más bajas de Europa y ahora por alimentar ese pozo sin fondo, la tenemos de las más altas. No se puede ser privado para los beneficios y publico para las perdidas. Si un banco quiebra, pues que lo haga, como cualquier empresa. Y si sus acreedores son los bancos alemanes, pues … se siente, que de nada se quejaron en vacas gordas. Ya se vería que pronto le bajaría la chulería al Bundesbank dentro de esa falsa unión europea. Más cárcel para los chorizos y menos premios a las estafas. Ya está bien de cachondeo. Interesante ver : http://www.youtube.com/watch?v=NgxVUzWl7tM&feature=player_embedded . Hay muchas más.

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