La crisis y el miedo

Dice Canetti, que cuanto más se lucha “por la propia vida”, tanto más evidente aparece la lucha “contra” los otros que la obstaculizan. Se empuja hacia cualquier lado porque la “masa” presa de un pánico, tiende a la desintegración. No olvidemos, que en medio de un miedo común se le reza a un dios común. La reflexión de este Nobel de Literatura (1981) nos acerca a los efectos que vivimos con la crisis. ¡La crisis acabará cuando el miedo cambie de bando!
En estos momentos, la sociedad, los ciudadanos, perdemos por goleada. Este encuentro no deseado entre la troika y el Sur, entre banqueros contra ciudadanos de a pie, lo vamos perdiendo, porque no tenemos ni buen entrenador, ni equipo competente, y hemos perdido tanto, que ya no tenemos miedo.

El miedo hay que trasladarlo al contrario mediante la presión democrática, son los otros los que deben empezar a tener miedo. Los políticos, los banqueros, la troika, las grandes fortunas, con un mensaje claro de reformas políticas, fiscales y de control, para que la equidad sea la que determine el equilibrio en lo que cada uno deba aportar. Deben tener miedo a que los jueces tengan más medios para encausar a quienes alteren las normas en su provecho. Miedo a que se descubra los intereses cruzados y las entradas y salidas por tanta puerta falsa. Miedo a que Europa sea de los ciudadanos y no propiedad de los banqueros. Miedo a que se investigue el pasado, y sobre todo, que tengan mucho miedo, porque la ciudadanía no consentirá que nos roben las instituciones para vaciar sus presupuestos. Y por último, miedo a los bomberos, que ya no apagaran más sus provocadores incendios. ¡Que tengan claro, que ya no tenemos miedo!