Vivimos momentos de desunión, de desigualdades y de tantas cosas negativas, que debemos elevar la mirada más allá de lo que nos separa. Debemos encontrar un cruce de caminos y continuar por una gran “alameda” en donde la participación circule sin obstáculos. Debemos encontrar esa dirección.
Mi vida pública ha estado dominada por dos pasiones, por un lado, trabajar por una democracia efectiva con una justicia social amplia, y por otro, que la transparencia y la rendición de cuentas sean efectivas en las instituciones públicas y en las privadas. Dos pilares para pasar de una orilla a la otra, sin distinguir el mundo de la política y el de la economía empresarial, porque la transparencia, la democracia y la justicia social, son los componentes del pacto social que nos integra.
Son principios que aprendí tanto en la vida académica, como en la vida profesional, y desde luego, con las teorías bien asimiladas, las he vivido en la vida diaria, esa que se comparte con los ciudadanos en las calles de nuestras ciudades. Aprendí que la solidaridad del siglo pasado, fuertemente vivida entre los muros de las fábricas, hoy se vive en los barrios. Los movimientos ciudadanos han puesto en acción sus reivindicaciones y jueces y tribunales han terminado reconociendo que sí se pueden cambiar las leyes, cuando son manifiestamente injustas.
Conseguir que España viviera en democracia, no fue tarea fácil, y caminamos por la transición política con mucha generosidad, con el deseo de iniciar un camino de participación en las políticas municipales, regionales y del gobierno de la nación. Ahora, la nación y los ciudadanos están cansados, el peso de la democracia se ha hecho difícil y duro, porque se ha petrificado, y en esa situación recibe por todos lados las presiones de un derribo incontrolado.
De izquierda a derecha: Enrique Barón (ex presidente del Parlamento Europeo), José Antonio Cobacho (Rector de la Universidad de Murcia), José Molina (autor) y Eduardo San Martín (Periodista).
El hundimiento del sistema financiero, está haciendo peligrar el Estado de bienestar y la propia Constitución. Una Constitución escrita para vivir en democracia, para ejercer todos los derechos, y no para servir de muro de incomprensiones, y menos reformarla, con ausencia de los ciudadanos, y con una cierta insensatez por la presión de los mercados.
Ahora, por otras presiones, se pone a prueba la unidad, y por la falta de políticas, se dan respuestas equivocadas, y se prefiere cambiar el sistema de financiación, antes que profundizar y solucionar las incomprensiones sociales y políticas. No queremos que nos vendan más asimetrías, no queremos más engaños, los ciudadanos queremos participar, queremos controlar y queremos más transparencia. He caminado toda mi vida enseñando esas “verdades del barquero”, ahora las he plasmado en un trabajo que sale a la luz con el título de “Ciudadano y Gasto Público”.
Henri Bergson decía, que existir es cambiar, cambiar es madurar, madurar es seguir creándose a uno mismo sin fin. Ese cambio, no es solo en el aspecto personal, sino también es para el colectivo y el cuerpo social, por ese motivo, deseo reflexionar abiertamente en público, con todos, en una sociedad abierta, donde no existan límites, porque la libertad no tiene fronteras.
Os invito a la presentación de mi libro, a que lo divulguéis y con el producto de los derechos de autor, por cada cuatro libros vendidos, uno irá gratuito con destino a una biblioteca pública, porque difundir la cultura en tiempos de crisis hay que contrarrestarlo con iniciativas.
Gracias al Círculo de Economía por el debate que durante estos años ha mantenido vivo para una democracia más activa.
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Y por si no puedes asistir a ninguna de mis presentaciones, te dejo este video de una de las entrevistas que me han hecho para promocionar el libro. Espero que te guste y lo divulgues.
Un abrazo
Jose la democracia y liberdad tienen que estar por encima de cualquier cosa,pero si esos dos poderes estan en manos de fascistas,franquistas en tonces pierdes toda esperanza en estew pais cuya transicion se hizo con una metralleta en una mano y una biblia en la otra esos dos poders son muy debiles y hoy correnun serio peligro de ser falseodos.
Pd esta tarde miere de ir a comprar tu libro