¿Por qué?

salida a la crisis
Salir más unnidos de la crisis es realizar un referendum

Los gobiernos, municipales, regionales, de cada Estado y de la UE, no dicen bien a las claras, que es lo que hacen desde sus competencias por salir de esta crisis, o lo que pueden hacer, o lo que no quieren hacer, porque sin estas explicaciones, nos vemos como vacíos de contenido democrático. Porque las democracias, como en los matrimonios, hay que defenderlas, luchar por ellas, porque lo difícil es mantenerlas, y en uno y en otro caso, si no las llenamos de contenido, observamos cómo se producen un vacío. En la vida en común, y en la convivencia, si se pierde el sentido de futuro hay que preguntarse, ¿por qué se pierde la comunicación?  ¿La palabra? La que nos explica los hechos, y también en ese sentido popular “de ha dado su palabra”, como el honor de cumplir lo prometido. Es ese sentido de poder mirar a cada ciudadano a los ojos, para decirle que lo prometido se cumple. Los ciudadanos no entienden de estrategias, porque lo traducen por “tretas”, término que se emplea como disimulo, para dar disculpas de mal pagador.

 

Si tenemos una moneda común, debe de haber una responsabilidad común, y todos estamos sin distinción, en la obligación de buscar y apoyar soluciones que contribuyan a superar el déficit de la eurozona. Porque se precisa que antes de que sea demasiado tarde, se encuentre una formula de liquidación de  las deudas. ¿Por qué? Mientras no se encuentre ese acuerdo-instrumento, llamémosle “fondo”, no estaremos acertados en la solución, y los sacrificios que estamos realizando podría ser un derroche social y hasta inútil.

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Una gobernanza abierta y participativa

Esta pequeño artículo es para dejaros mi intervención en la conferencia del Foro Jara Carrillo, del Colegio de Arquitectos de Murcia. En estos tiempos de injusta incertidumbre y de desenfrenada privatización de casi todo, incluso de algunos sueños, emerge con fuerza y con proyección de futuro la idea de administrar lo común en gestión abierta y …

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¡Inmoralidad!

Lo que hoy puede parecer un derrumbe debemos transformarlo superando viejas querellas. Solo necesitamos, claridad de ideas, voluntad y mucha moral pública: una meta factible y, desde luego, absolutamente exigible.

La devastadora crisis financiera, ha desatado los demonios disolventes de la convivencia social. Algunas normas del Gobierno, con evidentes lagunas legales y constitucionales, son impuestas a ritmo de ordeno y mando. Parece, como comenta Ontiveros, que hasta los dioses están locos. Tardamos demasiado en las decisiones y no buscamos los apoyos políticos. Nos pierde la soberbia. Tal conglomerado ha llegado a minar la confianza de los inversores internacionales, pero también la de las familias y empresas españolas.

No es hora de derramar lágrimas sino de defender los derechos. Y, como en toda democracia, en esa defensa se puede discutir el cómo, el cuánto, y a quién. En principio, por el solo hecho de tener el poder no se tiene la razón y sí un mando transitorio que, aunque legítimamente emanado de las urnas, no es patente de corso para tomar decisiones, cuesten lo que nos cuesten. Ya las últimas encuestas dicen que un porcentaje de votantes están pidiendo la devolución de su voto. Algunas democracias tienen procedimientos de retirada de la confianza, cuando en vez de aplicarse el programa defendido en unas elecciones, se desarrolla un programa oculto que desconocía el votante. Ese fraude postelectoral tiene una condena en democracia: la repulsa del candidato ganador y la posibilidad de declararlo políticamente indigno, por cometer el mayor pecado del gobernante: engañar al ciudadano.

 

Crisis financiera

Sin embargo, y cada día, desde muchos medios públicos de comunicación se pretende  convencer de que los responsables de estos ‘trapicheos’ no son ellos sino los mercados, la indefinición de una Europa aún desestructurada y un BCE que, con la sartén por el mango, nos da en la cabeza hasta que digamos la palabra ‘rescate’ e imponiendo, como correctivo, que la escribamos varias veces y en diferentes idiomas. Las últimas declaraciones de Draghi, Monti y nuestro ínclito Rajoy, son todo un poema y una despedida de felices vacaciones…. a los que puedan tomárselas, claro, que ya se sabe en qué grado de precariedad se halla una cuarta parte de la población española.

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¡No hagan juego señores!

Para aliviar la pesada carga del rescate, una cruz que llevamos a cuestas los contribuyentes, sin saber todavía cuantas estaciones tiene este viacrucis financiero/presupuestario, y sus correspondientes latigazos que con resignación debemos soportar. Algunos están pensando que una solución puede venir desde Las Vegas, un proyecto de juego y fanfarria que le llaman Eurovegas. La …

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Una gobernanza abierta y participativa

Una gobernanza abierta y participativa
José Molina Molina
Doctor en Economía, Sociólogo y Auditor, Miembro del Pacto por la Transparencia
En estos tiempos de injusta incertidumbre y de desenfrenada privatización de casi todo,
incluso de algunos sueños, emerge con fuerza y con proyección de futuro la idea de administrar lo
común en gestión abierta y compartida con los ciudadanos, y cada vez es más necesaria esa nueva
vertebración de nuestra sociedad a través de un gobierno abierto, un escenario fundamental para la
participación activa de los ciudadanos por el bienestar común, y podemos afirmar, siguiendo a
Gudeman, que se precisa de ciudadanos comprometidos controladores de la gestión de los derechos
y bienes de la comunidad. Es ir pasando del sistema de democracia representativa hacia otro
modelo de democracia participativa, con el objetivo final de una mejora en la calidad de vida de sus
habitantes. Aunque esta idea aparece ya en la Ilustración, ha adquirido un protagonismo notable al
incorporarse en la, agenda de gobierno del presidente Obama y al desarrollarse en gobiernos de
distintas administraciones en muchos países.
Los distintos modelos de gestión de las burocracias públicas no han respondido a las
necesidades de la sociedad. ¿De verdad es factible “gestionar” el caos económico actual, la
incertidumbre y la perplejidad de nuestras sociedades? Hasta ahora no ha dado resultado y
seguimos a la espera de la Gran Reforma de la Administración Pública para cumplir ese objetivo.
Necesitamos de una administración abierta, que entable una constante conversación con los
ciudadanos con el fin de escuchar lo que dicen y solicitan para que las decisiones de cobertura de
sus necesidades estén basadas en sus preferencias. Ello implica, ineludiblemente, cambios en la
gestión pública: en su cultura, en los procesos,en la organización, en las formas de relación entre
ciudadanos y funcionarios,así como entre las AAPP.
Sin embargo, difícilmente se puede conseguir de manera aceptable este conjunto de
cambios sin vincularlos a una necesaria Transparencia. En este sentido, emergen iniciativas
ciudadanas como es el caso del Pacto por la Transparencia y el Buen Gobierno en la Región de
Murcia donde se promueven 22 medidas en función de cinco grandes postulados:
• “Queremos saber”. Los ciudadanos necesitan acceder a toda aquella información que les
permita conocer y juzgar la actividad de las diferentes instituciones públicas.
• “Queremos tomar parte”. Participar e influir en la toma de decisiones públicas si al final
tenemos que responsabilizarnos de las mismas.
• “Queremos contribuir a la mejora de los servicios públicos”.
• “Queremos conocer el impacto real de las actuaciones públicas”. Cuál es el efecto real que
determinados planes públicos de actuación están teniendo sobre aquellas realidades sociales
a las que se dirigen.
• “Queremos un control externo en las instituciones públicas con capacidad de reacción
efectiva ante las anomalías o las quejas externas”.

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Transparencia y buen gobierno

Existe corrupción y fraude por la ausencia de transparencia y de una cultura que rechace los comportamientos faltos de ética. Es incomprensible que en un sistema que mantiene tan diversos organismos como el Tribunal de Cuentas, la IGAE, el SEPBLAC, las miles de intervenciones en los Entes Públicos (21.427 en todo el Estado), además de las obligaciones de auditarse al sector privado cuando supera unos limites determinados de actividad o patrimonio, la CNMV, los comités de auditoria interna, la RSC, unido a la obligación de colaboración de abogados, auditores, notarios, empleados de banca, poder judicial, y otros muchos que deben colaborar para un correcto funcionamiento de la economía, es increíble, que a pesar de este ejercito de guardianes, y con la tipificación de la figura del “delito imprudente”, no se consiga reducir a los defraudadores, blanqueadores y corruptos, y que las bolsas de fraude inunden nuestra economía, y no se reduzca el escandaloso 23 % del PIB, en que FUNCAS valoraba el fraude en nuestro país. Grecia se ha hundido, entre otros motivos, porque su fraude superaba escandalosamente más del 40% de su economía, unido a una permanente evasión de capitales hacia paraísos fiscales o de difícil control.

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¡Resistiré!

Resistiré, como dice el sociólogo Rosanvallon, contra todo lo contrario a la democracia, contra los poderes indirectos y a la democracia contraria, ¡resistiré a la “contrademocracia”! Detesto el populismo, soy un disidente de este recomienzo de la historia, Dahrendorf nos dice, que cuando la oposición sólo actúa como oponente, dejan de ser creíbles, y la …

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