Mis deseos de transparencia me hacen ver con ilusión las referencias para cortar la corrupción, el mensaje de navidad que desde la Zarzuela hemos oído me anima a este comentario, con el deseo de seguir avanzando en una sociedad más transparente, sin embargo, no observo en los políticos que nos gobiernan una ilusión por recoger el testigo.
Para cortar de raíz la corrupción, hay que cortar como se dice castizamente “por lo sano”, o sea, cortar desde cualquier mala hierba y sus alrededores. Así lo entendemos cuando un agricultor nos señala que hay que “cortar de raíz”. El corte, aunque duela, es esencial. Así que sin demora, córtese de raíz: “El derecho sucesorio de la infanta imputada, cesen a los políticos de gobiernos regionales que están bajo sospecha, abandonen los ayuntamientos los alcaldes y concejales que viven bajo sospecha, abandonen los consejos de administración aquellos consejeros que bajo sospecha entraron en la inducción a la corrupción con políticos”. Si empezamos de arriba abajo, daremos pruebas de que no solo se piensa, sino que se actúa coherentemente.
Para esta poda, se precisan profesionales del “corte”, porque podar, no es dejarlo todo hecho un solar, y por ello hay que dotar de medios a los que deben hacerlo, jueces y fiscales, tienen que tomar la “motosierra” y organizar la poda con más medios.