Rodeados de quiebras, inmersos en una Gran Recesión, fustigados por los domadores de la economía del miedo, los ciudadanos están mordiendo en el polvo de la arena de la lucha del día a día, a la que nos ha conducido esta supercrisis. Por fatalidad, por casualidad, o por los designios del destino, los ciudadanos se han convertido en gladiadores y luchan desesperadamente con las fieras de los mercados que quieren doblegarlos hasta pedir clemencia.
Pero en todo proceso se puede producir un cambio, suele ocurrir en el momento en el que los sufridores se sublevan y dominan a los guardianes del circo. Después de desarmar a los guardianes y aceptar la nueva situación, lo primero es aceptar y corregir el déficit primario, la siguiente medida es la salida del euro, la devaluación de la nueva moneda: el dracma, con un posible cambio de 1€=x0 dracmas.
Tendrán que pasar, posiblemente, dos años muy malos, dos años de reajustes, de contar con lo propio, de trabajar por un nuevo futuro, no trabajando “para el inglés” como se decía hace siglos, porque trabajar para el euro, se ha convertido en una esclavitud para algunos países, y debe corregirse, porque los ejemplos están al alcance de la mano, Corea del Sur, Indochina, Argentina y Rusia, etc. después de las quiebras de sus sistemas financieros y pasados dos años como mínimo muy malos, los mismos que pronostican a los países del Sur, y superado el trauma, crecieron entre el 7% al 8%, reorientaron sus economías, aunque nada es gratis, surgieron. La India puede ser también otro ejemplo.
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